El Concejal por la oposición en Ituzaingó, Gastón di Castelnuovo, recibió en su local de Ituzaingó al referente político Simón Bestani.
Bestani es un formador de dirigentes de larga trayectoria que goza de prestigio en gran parte del arco político; y es el fundador de la Fundación Contemporánea. Licenciado en Ciencias Políticas, a lo largo de su carrera fue asesor en la Cámara de Diputados de la Nación, la Cámara de Diputados de Mendoza, entre otros cargos.
En Ituzaingó Di Castelnuovo no se baja de la pelea para lograr la Intendencia y en lo que puede leerse como un contexto de ampliación del espacio Bestani se acercó a oficializar el inicio del «Curso de Formación de Dirigentes» que coordina el equipo del edil.
La cita tuvo lugar el pasado miércoles 9 de octubre y participaron diferentes miembros del espacio como los Concejales Santiago Ratto, Mariano Steininger y Luciana Prats.
El Municipio de Morón inauguró una nueva pista de skate en la Plaza San Juan, proyecto que fue elegido como uno de los ganadores del Presupuesto Participativo 2023 por los vecinos de la Unidad de Gestión Comunitaria Nº5. El evento de apertura contó con espectáculos en vivo, una clínica de skate, intervenciones artísticas, una feria de emprendedores y puestos de salud.
La obra demandó una inversión cercana a los $40 millones, que no solo se destinó a la construcción de la pista, sino también a la instalación del alambrado para la cancha de fútbol, lo cual representó un gasto adicional de $10 millones.
El pasado domingo 6 de octubre se realizaron las elecciones internas del Radicalismo, tanto a nivel provincial como local, con el triunfo del concejal Rolando “Roly” Moretto, en un Morón que, a diferencia de la mayoría de los comités distritales, no pudo conformar una lista de unidad y debió dirimir autoridades en comicios internos.
Con la participación de 1019 afiliados, el nuevo presidente del Radicalismo moronense se impuso con un total de 453 votos, sobre los 330 sufragios de la lista que impulsaba la candidatura de Eduardo Espinosa Güerci (quien es marido de la actual presidenta de la UCR Morón esposo de la actual titular Silvina Samparisi) y los 236 que obtuviera el tercero en disputa, José “Teti” Uranga.
A nivel provincial, Gustavo Posse resultó electo como primer convencional nacional, mientras que el actual senador nacional, Maximiliano Abad fue confirmado como primer delegado al comité nacional, siendo reemplazado en la jefatura del comité de la provincia de Buenos Aires por Miguel Angel Fernández, ex intendente de Trenque Lauquen.
En el horizonte inmediato, el mayor desafío de la nueva conducción de la UCR, que en Morón, además de “Roly” Moretto tendrá a Hilda Rodríguez Ayoroa como vicepresidente y Pablo Sánchez como secretario general, será recomponer la cohesión interna luego de la compulsa y recuperar vocación de poder para conformar una alternativa de gobierno, tanto en el distrito como más allá de él, en tiempos de intolerancia política y crispación, con una oposición segmentada, atomizada y en proceso de compleja reorganización, sin líderes nacionales indiscutidos, que aglutinen y contengan a todas las expresiones partidarias.
El Concejal de la Coalición Cívica Francisco Mones Ruiz lanzó una denunca en redes que causó revuelo. La tituló: «Los caterings del intendente de Morón» y en breves palabras cuenta que «Lucas Ghi se gastó $17.000.000 en sanguchitos de miga, medialunas, bizcochitos, figacitas, madalenas, masitas secas, facturas, budines, «cookies», palmeritas, scones, pizzas, empanadas y muffins».
Todo esto sucede en medio de una angustiante situación de ajuste a nivel nacional que es cuestionado por el propio espacio político del Intendente Ghi (Nuevo Encuentro – Frente de Todos).
El Municipio de Ituzaingó informó que en octubre comenzará la inscripción para el Ciclo Lectivo 2025 de los Jardines de Infantes Municipales.
Se realizarán con el siguiente cronograma:
nuevos alumnos y alumnas del 1º al 25/10; alumnos y alumnas que ya concurren a los establecimientos, del 16 al 27/09.
Asimismo se difundió que los interesados podrán realizar el trámite de inscripción, en cualquiera de los jardines municipales, entre las 8:30 y las 11hs, mientras que los jardines N° 4, El Hornero y N° 5, Mi Sueño, también atienden por la tarde, de 13:30 a 16hs.
Es importante señalar que esta etapa de inscripción está abierta para aquellas personas que viven en el barrio donde está ubicado el jardín de infantes, y es requisito obligatorio que la madre y/o el padre tengan una jornada laboral de ocho horas diarias.
Información oficial:
Al momento de anotar a sus hijos o hijas, las y los interesados deberán concurrir al jardín municipal con la siguiente documentación:
DNI y copia del alumno/a y de los padres, que acrediten su domicilio en Ituzaingó.
Más adelante, en caso de confirmarse la vacante, se debe presentar, además, la partida o certificado de nacimiento y el certificado de las vacunas obligatorias con sus respectivas copias.
Importante: Las listas de espera de los años anteriores caducaron, por lo que es necesario inscribirse nuevamente.
A continuación, el listado de establecimientos con sus direcciones y teléfonos:
Jardín Municipal N° 1 Caracol Col (Henry Dunant 692) – 4624-4528 Jardín Municipal N° 2 Juana Consejero (Tel Aviv 2870) – 4621-0857 Jardín Municipal N° 3 Mis manzanitas (Lisandro de la Torre 4166) – 4621-8950 Jardín Municipal N° 4 El Hornero (León Bloy 630) – 4624-6025 Jardín Municipal N° 5 Mi sueño (Austria 2730) – 4621-9239
Finalmente, el Radicalismo de Morón no logró conformar una lista de unidad e irá a elecciones con tres expresiones partidarias, en los comicios internos de renovación de autoridades locales, del próximo domingo 6 de octubre.
La actual conducción del comité central, se testeará por separado, puesto que el concejal Rolando “Roly” Moretto, ex precandidato a intendente en las ultimas elecciones nacionales y referenciado en el espacio interno “Adelante Buenos Aires” (cuyos referentes provinciales son el ex vicegobernador Daniel Salvador y el senador nacional Maximiliano Abad, quien es además el presidente bonaerense del partido), logró conformar un frente electoral amplio, al sumar el apoyo de importantes dirigentes locales, como el “possista” Javier Argolo, Roque Sabbatella del nuevo espacio “Futuro Radical” y Diego Granzurger de “Evolución Radical”. La lista de “Roly” Moretto tuvo su presentación este miércoles 11, en el comité Haedo, bajo el lema: “Por un Radicalismo moderno, unido y alternativa de poder”.
Ante una nutrida concurrencia, Moretto afirmó: “La gente que integra las otras listas, no son enemigos, son ocasionales adversarios que los vamos a necesitar para dar la pelea en Morón, porque Morón es un desastre. Las calles están todas rotas, las luces no tienen insumos para arreglarlas y en cada esquina estamos en riesgo de que nos peguen un tiro. Y para eso necesitamos un partido sólido, fuerte, que sea parte de un armado que venga a discutirle a los 20 años de populismo de Martín Sabbatella y Lucas Ghi que llevaron a Morón a la ruina”. Mientras tanto, su compañera de bancada en el Concejo Deliberante, Silvina Samparisi, presidente en ejercicio del radicalismo moronense, referenciada también en “Adelante Buenos Aires”, impulsa para la presidencia a su esposo, Eduardo Espinoza, quien ya ocupara el cargo durante dos años. El matrimonio Samparisi-Espinoza suman seis años a cargo del comité central y van por más.
Por último, queda un “infaltable” a la hora de las internas, como el ex concejal e histórico dirigente “boina blanca”, José “Teti” Uranga, referenciado en el presidente de la UCR a nivel nacional, Martín Lousteau.
Sin unidad, el Radicalismo de Morón define no sólo autoridades locales, sino también su perfil opositor y destino electoral en 2025.
El pasado sábado 24 de agosto, se llevó a cabo la entrega de diplomas a los estudiantes que completaron sus estudios durante el primer cuatrimestre de 2024 en el marco del Plan FinEs en Morón. El acto contó con la participación de autoridades de la Dirección de Educación de Jóvenes Adultos y Adultos Mayores de la Provincia de Buenos Aires, la Inspectora Jefa Distrital Natalia Díaz, representantes del gobierno municipal y provincial, miembros del Consejo Escolar de Morón, así como docentes y familiares.
El Plan FinEs, una iniciativa nacional dirigida a personas mayores de 18 años que no hayan iniciado o finalizado su educación primaria o secundaria, o que adeuden materias del último año de la secundaria, continúa siendo un recurso clave para la educación de adultos en la región.
El Municipio de Morón firmó un contrato de leasing con el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, a través del Banco Provincia, por un total de $688.531 millones. Este acuerdo permitirá la adquisición de vehículos utilitarios y otros equipos destinados a fortalecer las tareas de Seguridad y Obras y Servicios Públicos, entre otras áreas de la comuna.
El crédito facilitará la compra de cinco patrulleros policiales y cuatro vehículos para la flota de Seguridad Ciudadana. Además, se adquirirán nuevos móviles para Obras y Servicios Públicos, incluyendo minicargadoras y un hidroelevador, que mejorarán el mantenimiento y recambio de luminarias, así como las tareas de cuidado y limpieza de espacios públicos.
Otros vehículos se sumarán a las áreas de Tránsito y Transporte, Cultura y Deportes, Desarrollo Productivo y las Unidades de Gestión Comunitaria.
“Hay que destacar el compromiso por seguir gestionando con un criterio de rentabilidad social. El gobernador Axel Kicillof y el titular del Banco Provincia, Juan Cuattromo, entienden que las utilidades que genera la banca pública bonaerense se deben repartir entre sus 17 millones de accionistas, que son la totalidad de ciudadanos y ciudadanas de la Provincia”, sostuvo el intendente Lucas Ghi tras firmar el convenio.
Quizás al lector le ocurre lo que a mí, y es que luego de que Miguel Cané publicara «Juvenilia» (1884), se nos imposibilita escribir sobre las andanzas de un grupo de estudiantes en el colegio. Quizás eso se acentuó cuando en los años 80´s aparecieron libros como «El Visitante» de la recordada Alma Maritano. Es que simplemente uno no puede escribir sobre el colegio, porque ya está todo escrito. Y tan bien.
Pero el otro día apareció en el grupo de facebook de egresados del colegio Parroquial de Morón: «Nuestra Señora del Buen Viaje» una carta escrita en 1998 por el ex alumno Ricardo Alfredo Albornoz (promoción 1976). Tan sentida y sobre todo, tan bien resuelta, que me atreví a pedir reproducirla. Y que sea una invitación a que otros se animen a escribir sobre la historia del Colegio o la historia de Morón.
La correspondencia fue escrita en 1998, en ocasión de una reunión de ex alumnos. Albornoz recuerda al colegio, a sus amigos, a su época de estudiante. Se trae a la memoria además a Virginia Catalita Gamba -Catita-, quien, junto a Monseñor Juan A. Presas, fundó la institución el 20 de abril de 1953.
Las fotos que ilustran nos llegaron gracias al ex alumno del colegio y ex compañero del autor, Oscar Raúl Paci, a quien le agradecemos infinitamente.
José Carmuega
El patio del Parroquial de Morón. Año 1973
Un mundo desde la baranda
… “Hoy, mi mente me invita a regresar, a embarcarme en un viaje al pasado, a aquellos años distantes de mi juventud, compartidos con tantos en mi colegio secundario. Cada mañana, los alumnos entrábamos por el gran portón de madera, apurados para no llegar tarde a la formación. Una vez alineados en el patio, la rectora ‘Catita’ nos saludaba con su infaltable ‘buenos días’, acompañado siempre de un mensaje reflexivo.
Después de la formación, debíamos despejar el patio. Nos correspondía subir por la imponente escalera de hierro hacia el primer piso, mientras las mujeres permanecían en la planta baja. Recorríamos los largos pasillos hasta llegar a las aulas, entrando en grupos desordenados. Nosotros, los más jóvenes, observábamos con asombro a los estudiantes de los últimos años. Ellos gozaban de libertades que aún no teníamos, y anhelábamos alcanzar esa etapa, deseando ser como ellos. Pero nuestro camino en la secundaria apenas comenzaba.
Fuimos alumnos que aprendimos mirando el gran pizarrón negro, luego transformado en verde. Los profesores pasaban un tiempo escribiendo en él, así daban sus clases, nosotros tratando de ser el elegido para borrar todo lo escrito, con ese borrador de fieltro en la mano, terminaba siempre el saco azul pintado de blanco. Aprendimos con el trabajo diario e incansable de esa tiza vestida de blanco, que danzaba sobre el gran pizarrón color árbol. Sentados en los pupitres de madera, su tabla esperaba ansiosa que abramos y apoyemos la carpeta, los libros y la lapicera. Seguro que una huella personal ahí quedaba registrada, esa marca no era de dolor, sino un testimonio de alegría que cada año él era ocupado.
Llegaba otro año, el paso de otro alumno, era saber que otro joven argentino iba a ser educado. En aquel primer año, apoyados en la baranda del primer piso, mirando junto a otros, la marea blanca de los alumnos de primaria, un oleaje incansable de guardapolvos blancos que parecían flotar en el gran patio. En un costado el mástil y nuestra bandera patria, las maestras tratando de detener el aluvión blanco. Solo llegaba la paz para los oídos con el sonar del timbre, el final del recreo, eran momentos de volver al aula. Habremos añorado desde la baranda cuán lejos ya estaban esos momentos de guardapolvos blancos para nosotros, un tiempo que jamás volverá. Con ese timbre se disipaban los pensamientos en la baranda, enseguida se escuchaba la palabra de algún celador, que con voz elevada nos indicaba el regreso al salón.
La baranda del primer piso nos ofrecía una perspectiva única. Éramos como observadores silenciosos que veíamos pasar las generaciones de alumnos, cada uno sumergido en su propio mundo de juegos y amistades.
La baranda del primer piso nos ofrecía una perspectiva única. Éramos como observadores silenciosos que veíamos pasar las generaciones de alumnos, cada uno sumergido en su propio mundo de juegos y amistades. En el patio de juegos los momentos de alegría y libertad se vivían a pleno en esos breves intervalos, dejando recuerdos perdurables. Es asombroso cómo ciertos sonidos o vistas pueden quedarse en nosotros y evocar recuerdos vívidos años más tarde. Permanecer allí, reflexionar y mirar desde la baranda a menudo revelaba temores ocultos. El miedo al ridículo frente a otros alumnos, el temor de ser marginado intelectualmente o la posibilidad de enfrentar maltrato físico o verbal por parte de los estudiantes mayores.
También estaba la vergüenza potencial ante las compañeras y las preguntas que resonaban en mi mente: “¿Podré culminar la carrera? ¿Seré yo quien abandone el colegio?” Tal vez el patio de recreos era esquivo para muchos y solo se bajaba si no había alternativa. Y la baranda se transformó en un lugar común para algunos. Desde la baranda, en nuestro segundo año, observábamos a quienes serían nuestras compañeras en el viaje de egresados. Era como vislumbrar el futuro, anticipando las experiencias que aún estaban por llegar. La distancia con ellas era solo física, y con el tiempo, esa barrera se fue desvaneciendo. Años después, uno comprende la importancia del colegio no solo como centro de aprendizaje, sino también como el escenario de nuestra vida social, repleto de potencial para futuras amistades y aventuras. Con el paso de los años, la baranda del primer piso dejó de ser nuestro refugio predilecto durante los recreos. A medida que ascendíamos en el colegio, aquel lugar pasó al olvido. Ya no era el espacio para la introspección y las dudas.
Al ganar confianza con nuestros compañeros, formamos lazos amistosos que nos dieron el valor para enfrentar los miedos. Las escaleras se convirtieron en nuestras aliadas en cada recreo, y en el patio se forjaban las relaciones entre varones y mujeres. La baranda, una vez nuestro lugar favorito, quedó relegada al pasado y nunca más fue considerada. Ahora desde el patio podía ver con claridad mi propio periplo. Hoy, observo a los alumnos más chicos apoyados en la baranda del primer piso, quizás enfrentando temores que con el tiempo aprenderán a superar.
Hoy puedo ver la evolución y la transformación de aquel niño de 13 años y su lejana mirada desde aquella baranda.
Hoy puedo ver la evolución y la transformación de aquel niño de 13 años y su lejana mirada desde aquella baranda. Al cursar los últimos años del colegio llegaba otra etapa, la de socializar con ellas, se reconocía al gran patio de recreos como un lugar propio, el lugar de las aventuras, de charlas, de intrigas, el lugar de los amoríos juveniles y así nuestro mundo se había transformado. Todo este torbellino interior, es producto de caminar por sus pasillos nuevamente, después de muchos años, casi veintidós, allí estaba nuestro gran colegio, era el aroma de sus pasillos el mismo, más grande parecía, más viejo seguro, pero a la vez lo veía más pequeño que entonces. Hoy me he reencontrado con mi tribu. Con muchos hemos estado apoyados en la misma baranda; con otros hemos caminado kilómetros por su mágico patio de juegos. Todos ellos en mis recuerdos están presentes, juegos, peleas y aventuras juveniles.
Eran también tiempos de esfuerzos compartidos y diversión en el camino hacia un objetivo común, recibirte y participar de ese viaje de egresados. Todas esas experiencias, las risas entre amigos, son tesoros de mi memoria que a menudo recuerdo con cariño. No tengo dudas, que la amistad que se forja en el aula, en los pasillos y en el patio de recreos del colegio secundario a menudo se convierte en un vínculo duradero, lleno de recuerdos compartidos y experiencias que nos define quiénes somos. Soy parte de la generación que aprendió con esa tiza vestida de blanco y el pizarrón color árbol. Gracias a mis profesores, a mi Colegio, a mis compañeros del ayer convertidos hoy en mis amigos. Esta visita a mi viejo Colegio Parroquial me trajo muchos recuerdos.
Ante ello, quería dejar escrito aquella singular mirada desde la baranda de aquel primer piso. Allí en el mismo patio estuve hace pocos días, me corre un cosquilleo interior producto de recordar algunos pasajes de mis lejanos días. En mi caminata y al cruzar el patio para asistir al encuentro con mi tribu, abruptamente algo detuvo mi marcha, serán los recuerdos de los días pasados, no lo sé, pero desde ese lugar levanté mi vista buscando la baranda del primer piso, continuaba ahí, firme como testigo silencioso del paso de los años, como en muchas otras oportunidades ahí pude verme, junto a otros, como una foto viva ante mí, me invadió la sublime felicidad de tener estos recuerdos que siguen vivos de aquel pasado lejano, allá en la baranda de ese primer piso cuando era todavía un pequeño alumno del primer ciclo”
Viernes 20 de noviembre de 1998 Ricardo Alfredo Albornoz (Promoción 1976)
El último día del colegio (1976)
Galería de fotos:
3er año (1973)
Plaza Morón 1975 en 5to año con las chicas 4to año
Campeones de fútbol intercolegial año 1975
Noviembre 1976
Las chicas que egresaron en 5to año 1976 en la Plaza de Morón
5to grado
Año 1964. Preescolar.
1973 con las chicas de 3er año, visita Congreso y teatro San Martín, sala Casacuberta
